Ubicado en Playa Chiquita, el Hotel Aguas Claras se destaca y brilla entre las otras casas de huéspedes. Un hotel rústico a lo largo de esta relajada costa caribeña que atiende a surfistas y yoguis entre sus visitantes destacados.
Combina hábilmente el atractivo antiguo desabrochado de una mansión de plantación de la era victoriana con el ambiente de diseño moderno de un paisaje fotográfico. Tiene un ambiente local y club que sin duda une a los visitantes y al vecindario.
Alrededor del área de la barra de la cocina y la piscina de forma libre, las salas de estar, trabajar, tomar el sol y socializar se unen para crear un centro deslumbrante. Realmente invita a descansar en medio de tal paraíso.
Mientras tanto, las fuentes y los asientos de piedra de coral tallados en el lecho de roca del océano por un albañil local adornan un jardín. Está repleto de ricas flores tropicales, las tumbonas pintadas de color mandarina reflejan el estallido de los imponentes poros.
La densidad del follaje, permite que la privacidad sea formidable. Usted no podrá ver a sus vecinos en sus terrazas privadas y podrá realmente descansar.
Las seis cabañas de playa, hechas de tablillas rescatadas, están tan densamente agrupadas que no podrá ver a sus vecinos en sus propias terrazas. Las hamacas permiten balancearse desde el pilar hasta la palmera.
El hotel Aguas Claras está repleto de obras de arte realizadas por el equipo de madre e hija de Elizabeth y Elena Steinvorth. Incluyen espejos, mosaicos y una extraña variedad de antigüedades y tesoros reciclados del mercado de pulgas.
Las pequeñas cocinas dan a los visitantes una apariencia de independencia, pero es difícil esquivar la llamada seductora de los restaurantes con sus aromas y chisporroteos de pescado criollo asado y plátano ardiente.
Las multitudes de fin de semana en Da Lime, el bar y restaurante del Hotel Aguas Claras, caminan hasta la playa de color amarillo plátano. Donde las tumbonas (estas sillas de madera bien decoradas) se disputan su posición entre la selva tropical de Talamanca y las olas.
Puede caminar kilómetros descalzo en cualquier sentido o alquilar una de las bicicletas gratuitas para ir a Puerto Viejo o Playa Uva. La playa se vuelve aún más salvaje y desierta conforme caminamos por la orilla, y será fácil encontrarse con algún puesto de jugos que ofrece un descanso placentero.
De vuelta en Aqua Claras, Casa Gandhi es un estudio de yoga independiente que ofrece cursos gratuitos a los visitantes los fines de semana en un espacioso edificio parecido a un templo escondido entre las palmeras.
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